“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. – Confucio”

Protagonizada por Melania Lenoir, Roberto Peloni, Alejandra Perlusky, Germán Tripel. Escrita y dirigida por Emmanuel De Martino.

¿Qué pasaría si te quedaras encerrado en la oficina un viernes a la noche? De todo. Esto es lo que les pasa a la gerente de recursos humanos, la recepcionista, el cadete y el gerente general. A medida de que pasan las horas, se van soltando y se puede ver la diferencia entre lo que son, la imagen que quieren proyectar y lo que de verdad quieren ser. Todo esto acompañado de reversiones de temas populares de los 80’s y momentos cómicos desopilantes.

La voz profunda y masculina del locutor en la radio (Andy Kusnetzoff), anunciando el pronóstico, el tráfico de la mañana y adelantando los éxitos de los 80’s que los va a estar acompañando durante toda la jornada laboral, testigo de la vida de los oficinistas.

Mariana, la recepcionista, atiende el teléfono mientras trata de pasarle una receta de un praliné vegano y orgánico a Enrique o Kike, el cadete rockero, que le hace chistes sobre el nombre de la empresa mientras escucha música y toca la guitarra. Mariana ya esta tan robotizada que en vez de decir “Merken & Company” cuando atiende dice “Merca y compañía” y trata de meter su pasión por la cocina en todo lo que puede.

Aparecen Pilar y Sebastián, la gerente de recursos humanos y el gerente general, ambos con un acento tan pero tan concheto que parecería que tienen papas en la boca. Pilar ama su trabajo o eso dice, y Sebastián ama su “iPhone”, su “auto”, sus “múltiples amantes”, su “depto en Puerto Madero” y su “gym”. Ambos utilizan expresiones del estilo “FYI”, “ASAP” y “SOS”. Ambos conversan sobre darles snacks a los empleados en vez de subirles el sueldo pero planean subirse el sueldo a ellos mismos.

¿Qué pasa cuando dejamos a estos personajes encerrados en la oficina un Vienes a la noche? Pandemonio: Sebastián trata de llamar la atención de la chicas de limpieza al grito de “¡Larguen el tereré!” sin mucho éxito, Pilar le dice a Kike que seguro se quedó sin batería en el celular porque “no le da la cabeza” y “no aspira a más” y que es un “fumón”. Mariana le grita a Sebas que trata a las chicas con las que está como si fueran descartables y que mucho gimnasio pero tiene “tetas” por toda la comida transgénica que come. Sebas arremete con que mucho flores de Bach pero que “se fume un sahumerio”. Kike se mata de risa.

A medida que pasan más tiempo juntos y tratan de trabajar en equipo para salir de ahí, van surgiendo las distintas temáticas de la obra: ¿Tu trabajo es tu vocación? ¿Sos realmente feliz o tratas de dar la apariencia de ser feliz? ¿Trabajas para vivir o vivís para trabajar? Poco a poco van encontrando lugares comunes con los que pueden relacionarse, como los orígenes de cada uno, sus pasiones, sus frustraciones.

Los temas de los 80’s que acompañan de esta historia de la mano de la radio, se lucen con una banda en vivo, además de excelentes adaptaciones de las letras. Se pueden disfrutar de éxitos como Living on a Prayer de Bon Jovi, Joyride de Roxette, Message in a Bottle de The Police, Eternal Flame de The Bangles, Stand by Me de Ben E. King y Total Eclipse of the Heart de Bonnie Tyler, entre otros.

Lo que realmente se nota y da mucho gusto es la increíble química del elenco, incluso en como manejan los “accidentes”. En una parte de la obra, Peloni sin querer revolea el casco de la moto y golpea la guitarra de Kike, interpretado por German Tripel, a lo que surgieron varios chistes con respecto a la guitarra rota, que descostillaron tanto al público como a los intérpretes, y que generaron varios chistes al respecto durante el resto de la obra, utilizando las tentaciones de los actores a su favor y no en contra. Peloni en un momento utiliza un tacho de basura como almohada y cuando se le sale y se le cae la cabeza, todo el recinto estalló en carcajadas, sin ningún tipo de problema.

La obra tiene todo: un excelente elenco, excelentes arreglos musicales, momentos profundos y reflexivos como de distención y comedia. Lo fundamental de la obra es que transmite que nunca es tarde para ser fiel a si uno mismo y descubrirse en quiénes somos y no en quienes tendríamos o aparentamos ser.

por Daniela Barri