Mauro nació en Merlo en las afueras de Buenos Aires en 1987. Como a muchos de su generación la coctelería lo enamoró con la llegada del siglo XXI. Los cócteles con colores, que tomaba en boliches de su zona, despertaron su curiosidad por probarlos y las ganas de repetirlos en casa. Gracias a esta atracción comenzó el camino que lo llevó a ser hoy, Brand Ambassador de Pisco Capel en Argentina.

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Cuando llego el momento de elegir una carrera profesional estaba entre dos aguas. Siempre le gustaron las leyes y le atraía estudiar derecho, pero al mismo tiempo quería una profesión que le permitiera viajar y así su pasión por el mundo de la coctelería y el servicio apareció como una opción. Conversando con su familia en busca de orientación se enteró que su abuelo había sido un barman reconocido en su época y que incluso había ganado concursos. Esto le da el empujón final para decidir y comenzó en la Universidad del Cocktail que tiene su actual sede en Palermo.

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Cumplir su sueño no fue un camino de rosas, al contrario. Mauro se tenía que levantar a las 5am para viajar tres horas para ir a cursar, y después de clases trabajar tiempo completo para pagar su matrícula. Luego de pasar las materias básicas le ofrecieron la posibilidad de seguir pasando el resto de los módulos y solventarlos con su trabajo en eventos de la misma universidad. Además de esto también recibió clases de Pablo Muñoz Sains el mismo profesor que tuvo Seba García en sus inicios.“Los que piensen que la vida de los bartenders es puro glamour y reconocimiento no tienen idea del estudio infinito y sacrificio que hay tras ella”, asegura.

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Con su carrera en ascenso empieza a trabajar de forma permanente en reconocidos bares del país, además participa en la inauguración de varios locales. En medio de su esto decidió dar un giro y expandir sus horizontes. Por esto puso rumbo a Guatemala donde dio clases de Flair, trabajo en eventos y entrenó a promesas de la coctelería nacional como son Mario Alarcón.

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De vuelta a la Argentina no paró de trabajar. Inauguró Lupita Palermo, donde fue jefe de barra por un año, abrió también la sucursal de Martínez y más adelante pasó por Negroni Punta del Este pero terminó yéndose a Negroni Rosario. Estando alla participó en el torneo Pisco Capel Doble Destilado 2017, donde salió ganador junto con Alan Parrili. El premio fue una visita a Chile a conocer la destilería y a capacitarse con una de las dos únicas sommeliers de pisco del mundo, Josefa Balanda. Fue tan grata esta experiencia que quisieron agradecerle sus atenciones. Organizaron una visita a Buenos Aires para que conociera la movida coctelera que había en el país e introdujera a algunos bartenders nacionales en el mundo del pisco.

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A partir de esta experiencia Josefa y Mauro empiezan un proceso de capacitación apoyado por Capel. Así comenzó un proceso de evangelización para demostrar que hay muchas posibilidades más allá del pisco sour, junto con clases para bartenders, conferencias sensoriales y catas para conocer las variedades de pisco. Esto también estuvo unido a la creación de la figura de Brand Ambassador de la marca que fue otorgada a Mauro para convertirlo en el representante por excelencia de esta bebida para Argentina. Junto con ellos auspician escuelas, torneos y organizan eventos en distintos bares.

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De vuelta en Buenos Aires trabaja Franks y participa en más inauguraciones como Parque Bar y termina en donde lo podemos encontrar ahora en Anasagasti. Todo esto sin olvidar que fue instructor de la Universidad del Cóctel y que desde el 2010 abrió su propia academia junto con Marcelo Farello en Ramos Mejía. Hay que señalar que también ha participado en concursos de Flair y es actual jurado de diferentes torneos, tanto de Flair como de coctelería clásica.

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Hoy Mauro es Barmanager de Anasagasti y no descansa en su búsqueda de excelencia ya que sabe que cada vez los clientes conocen más por tanto tiene que seguir combinando, sorprendiendo y saliendo de su zona de confort. Es por eso que por solicitud de estos mismos clientes que están impartiendo cursos de Alta Coctelería en el local. Ya que este bar apuntan a un servicios de excelencia por encima de todo y a una propuesta con técnicas modernas y sabores rescatados, todo en una presentación que sorprenda al cliente. Probamos de su mano 2 cócteles realizados con pisco que condensan todo lo anterior. Uno de ellos fue con el que ganó, Aires de Elqui, que es una fusión entre modernidad y identidad como su propia manera de ser.

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Por Daniel Díaz Canel

Colaboración: Yanina Cantoli

Fotos: Juan Manuel Macchia Alderete