Hasta que tape el ruido en mí

Crítica de “La previa, una Experiencia Teatral en 360º”

Escrita y dirigida por Nicolás Perez Costa. Coreografía de Tian Aviardi, Letra y música de Juan Pablo Schapira. Protagonizada por Agustín Perez Costa, con más de 25 artistas en escena.

“La previa, una experiencia en 360º”, hace honor a su nombre: la cuarta pared no solo se rompe, directamente no existe.

El teatro “El cubo” fue transformado en un boliche, incluidos el escenario que funciona también como cabina de DJ y tarima, junto con dos barras a los costados que se abren periódicamente para que el público pueda comprar bebidas (sí sí, alcohol también). Gran parte de la platea fue retirada para convertirla en pista de baile. La obra incluso arranca antes de entrar a la sala: los actores empiezan a interactuar con el público en la fila para entrar y también se pueden comprar bebidas en la boletería.

Cuanto entras a la sala están todos los elementos del boliche: la música fuerte, las barras repartiendo tragos, gente bailando, gritando, saltando, chamuyando, interactuando con el público, hasta se puede elegir si quedarse parado o sentarse a los costados o en las gradas. Ojo, no se sienten en la tarima que está delante de las gradas porque los van a correr.

La historia comienza con Matías, un chico que fue abandonado por su padre y ahora por su pareja. Angustiado, sale en busca de ruido, hasta que tape el ruido en él. Luego entra al boliche Franco, su hermano lo busca desesperadamente.

A medida de que pasa la noche se van encontrando con distintas personas o personajes: un chico que se levanta minas tirándoles tragos en la cara y tratándolas como objetos. “Proba ser yo”, le dice a Franco, “Esto es una vidriera, reclamo este cuerpo para hacer uso de él” y que “El humo no se vende solo, alguien lo compra”. Matías grita, pregunta si alguien quiere bailar con él, si alguien lo ve, pero es tapado por la música, el humo, la gente.

También vemos a una chica que trata de encontrar al príncipe azul, de encontrar a un hombre perfecto antes de que termine la noche porque “Todos tenemos fecha de vencimiento, si no aparece el príncipe, se me acaba el tiempo”. La previa es consciente de sí misma y se mofa de ser una obra, con Franco preguntando por qué todos hablan en neutro como si fuese una película doblada.

Esto desemboca en uno de los mejores números de la noche: Un mash up de temas de Madonna cantado excelentemente por esta “cenicienta”; como Like a Prayer, Like a Virgin, Material Girl, Music y, sorprendentemente, The Wall de Pink Floyd, acompañado de una coreografía lisérgica donde los intérpretes parecen estar bajo los efectos del éxtasis. Las coreografías recuerdan a los videos de Lady Gaga, con un número de Femme Dance y varios homenajes a The Rocky Horror Show. Los subsiguientes Mash ups pasan desde Britney Spears, pasando por Aerosmith hasta Fey. Incluso, revivieron los lentos.

Otro personaje es un hombre que se presenta como una persona distinta ante cada hombre que encuentra pero con terribles deformaciones, que busca a alguien que no le importe el cuerpo del que va a amar.

La previa critica, pero no propone. Se enfocaron en la imagen, la coreografía, la estética, pero no en el contenido. Critican la cultura de la selfie, el hecho de que miles de personas vayan a boliches todos los fines de semana en busca de sexo, drogas, alcohol, de perderse o de encontrarse, pero no profundizan, apenas escarban la superficie. La música fuerte, aunque apropiada, dificulta que los intérpretes puedan oírse a la hora de cantar, lo cual genera ciertas imperfecciones en lo vocal.

Sería satisfactorio poder conocer a estos personajes en mayor profundidad, ahondar en estas problemáticas,  acompañados de los mejores éxitos de los 90.

por Daniela Barri



La Previa – Una Experiencia Teatral en 360º

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Teatro EL CUBO: Zelaya 3053 – CABA

Funciones: Jueves 22hs – Entradas a través de: TicketHoy