Crítica de “Mis Tres Hermanas. Sombra y Reflejo”

Protagonizada por Merceditas Elordi, Belén Santos, Mercedes Carbonella, Sofía Gonzalez Gil, Andrea Guerrieri, Marta Rial, Marcelo Savignone. Concepción y dirección de Marcelo Savignone.

“Si comenzara la vida de vuelta…”

Basada en “Tres Hermanas” de Antón Chéjov, este drama familiar cuenta la historia de la relación entre Irina, Olga y Masha (María en esta versión) y cómo fue crecer en la década del setenta. La obra explora las cualidades atemporales de este clásico, como por ejemplo el paso del tiempo, la importancia de las apariencias y los sueños frustrados.

Comienza incluso, antes de haber empezado. Una vez ingresado el público los actores ya se encuentran ahí, observándonos y observándose hasta que se bajan las luces.

Desde un principio, la pieza va y viene en el tiempo junto a las hermanas, donde podemos observar cómo veían sus vidas desde el pasado y desde el presente.

Es una representación en tres dimensiones con todas las letras: una escenografía que consiste en una estructura donde hay una cama marinera con una escalera, otra cama al costado, una ventana y una puerta. Esta estructura, a medida que vamos y volvemos en el tiempo, se va moviendo para mostrarnos distintos ángulos y puntos de vista de cada una de las situaciones y los personajes, lo cual da la sensación de un montaje de película.

Tanto las versiones del pasado como del presente interactúan entre sí, se aíslan, se tocan, se rechazan, se encuentran y se separan a lo largo de la obra, donde podemos observar qué cosas cambiaron y qué cosas siguen exactamente igual.

A pesar de estar basada en la obra de Chéjov de 1901, la adaptación logra trasladarla a la década del setenta en la Argentina a través de la música y el contexto histórico, donde el regimiento que está de visita son los militares y las juntas, dónde suena “Por una cabeza” de fondo o en los momentos donde María (Sofí Gonzales Gil) nos deslumbra con las estrofas de “Permíteme Vida” y “Quizás porque”, solo para ser callada por sus hermanas, ya que son temas prohibidos.

Una montaña rusa de emociones, con una reflexión final desgarradora pero real: “Hay que vivir. Va a llegar el día en que se vea por qué sufrimos, pero por ahora hay que vivir y trabajar. Hermosa música, olvidarán pero hay que vivir, como si fuésemos a saber para qué vivimos, para qué padecemos. Si se pudiera saber…

por Daniela Barri



MIS TRES HERMANAS, SOMBRA Y REFLEJO

LA CARPINTERIA: Jean Jaures 858 – CABA

Domingos 17:30 hs

Entradas via Alternativa Teatral