Recientemente se efectuó la Primera Feria de Vinos y Negocios, tuvo lugar en el auditorio del Buenos Aires Design los días 27 y 28 de junio. Fueron dos grandes jornadas para descubrir novedades, probar nuevas cosechas y actualizarse con el presente del vino argentino, en un ambiente de tranquilo, profesional y distendido.
La lista de bodegas participantes fue increíble; Achaval-Ferrer, Alpasion, Alto Las Hormigas, Altocedro, Andeluna, Aniello, Antonio Mas, Antucura, Arístides, Atilio Avena, Barroco, Budeguer, CarinaE, Casa Montes, Casarena, Cavas de Weinert, Corvus, Cicchitti, Chakana, Domaine Bousquet, Domingo Hermanos, Dominio del Plata (Susana Balbo Wines), El Porvenir, Eral Bravo, Ernesto Catena Vineyards, Familia Cassone, Finca Decero, Finca Las Nubes, Gimenez Riili, Homo Felix, Iacarini, Kaiken, Lagarde, La Guarda, Las Perdices, Leo Borsi Wines, Los Noques, LUI, Margot, Mendel, Noemía, O Fournier, Otaviano, Pulenta Estate, Rewen, Tacuil, Tajungapul, Tomero, Vinorum, Vistalba, Yacochuya y Zorzal, entre otras.
Esta feria está buscando posicionarse como la única dedicada de forma exclusiva al negocio, comercialización y profesionales del vino, buscando convertirse en un punto de encuentro anual entre las bodegas. Un puntazo a su favor es que contaba con la presencia de los dueños y enólogos de cada bodega, que te explicaban la historia del vino, que querían expresar a través de él, diferencias con añadas anteriores, etc. Gracias a esto pude conversar con los dueños de LJW Wines, Barroco, Huarpes y varios otros que en próximas notas abundaremos sobre cada una de ellas.
Algo muy interesante que tenían era que podías votar mediante un sistema online para ir eligiendo los mejores vinos del evento, estos resultados se veían en un pantalla gigante en vivo, por tanto se podía percibir la evolución de los favoritos, al final escogieron 10 ganadores que fueron los mejores puntuados durante los 2 días que duró la feria.
La organización fue excelente, usualmente las 1ra ferias de cualquier tipo siempre hay detalles que mejorar como el espacio o la iluminación por ejemplo, este caso no fue así ya que esta feria es la evolución de la Feria de Vinos de Autor y tenían una buena práctica en la gestión de este tipo de eventos. El espacio era amplio se podía recorrer cómodamente sin que hubiera amontonamientos de personas, todos los stands de bodegas contaban con agua en la mayoría de los casos mineral y galletas de sabor neutro para limpiar el paladar entre copa y copa.
El catering del evento estaba armado por quesos Piedras Blancas, Café El Continente y bandejas con sándwich de queso con jamón crudo, de queso con pavita y carne asada, también habían tostadas con morcilla, todo de primera calidad.
Una feria de este calibre es imposible recorrer entera y degustar todos los vinos presentes, pero es una magnífica opción para encontrar joyitas que no están en el mercado local, descubrir nuevas bodegas o añadas muy limitadas.
Vinos & Negocios
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