Conversar con Seba García es poder hablar con uno de los referentes de la coctelería argentina a nivel internacional. Siempre con su look de lord inglés, atildado, de chaqueta, delgado y con el bigote delineado por tiralíneas, parece más un personaje de la Belle Epoque que un bartender. Pese su juventud fue jefe de barra de Harrison y de Franks, además de Singapur Lounge. Fue bajo su comando que Franks llegó al puesto 36 de los mejores 50 bares del mundo.

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Para llegar esto Seba no lo tuvo fácil, es de Castelar y de familia muy humilde. Desde chico la madre vio la pasión que sentía por la gastronomía y lo estimuló a que siguiera este camino. El cuenta que cuando chico muchas veces en vez de ir a los talleres escolares de fútbol, deporte que le encanta, con sus compañeros de clase iba al de cocina con las chicas. Desde joven tenía esa pasión Luego en esta andadura, descubrió que le gustaba la mixología, y a través de una compañera de curso llegó a un señor mayor, bartender de la generación de Pichin Policastro que daba clases en el garaje de su casa. Este curso fue el que realmente se convirtió en el despertar del actual Seba García o como se le conoce El Cantinero. Este curso costaba 50 pesos y al no tener ese dinero se comprometió a ser el mejor, ganarse el curso para ser el primero en la promoción y así ganarse una plaza en otro curso superior y más adelante poder devolverle a este profesor el costo del curso.

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Dio el salto hacia la coctelería profesional cuando se dio cuenta que le gustaba conocer la reacción tras la elaboración de un plato o un trago, pero estando en la cocina se perdía parte de esto. En la barra teniendo al cliente a mano se establece un intercambio y el bartender debe ser un poco amigo, un poco psicólogo, un poco padre, todos estos roles y más aún. Seba siempre tuvo una sensibilidad especial y lograba que el cliente se le abriera y se marchara más contento y aliviado de lo que había llegado.

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Por este don de gentes y ese espíritu de superación fue el primer en embajador de Campari en Argentina y embajador de varias marcas. Hace poco regresó de la #NegroniWeek donde recorrió Londres, Florencia, Milano y Torino junto con otros bartenders y Omar Chamorro aka #ElClienteConceptual. A la vuelta de esta experiencia, volvió convencido del altísimo nivel de la coctelería mundial, pero también con la seguridad que la coctelería local juega en primera y no tiene nada que envidiarles, solo tener más confianza y una mirada más federal para potenciar el país junto con sus productos.

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Todo esto puede que explique el cariño que le tiene a su zona, a su historia a su barrio, incluso tiene un cóctel llamado Castelar Solamente que es un homenaje a sus localidad. Aprovecha sus viajes al exterior para enriquecer sus conocimientos acerca de tendencias y estilos, para darle una vuelta de tuerca y aplicarlos aquí. En otros viajes como uno que hizo a Cuba con su pareja aprovechó para llevar materiales y bibliografía para compartir con los bartenders locales, aqui ademas cumplio otro de sus sueños que era tomarse un mojito en la Bodeguita y un daiquiri en el Floridita, por la famosa frase de Hemingway.

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Seba es super exigente y competitivo, pero no con los demás sino consigo mismo, se puede decir que está en un modo de mejora continua todo el tiempo. Hoy está a cargo de Presidente Bar, su primer proyecto personal; sus socios en este proyecto acordaron dejar en sus manos toda decisión ejecutiva sobre el bar. Este proyecto surgió en un momento que estaba buscando un cambio, ejemplo es que se fue de la zona de bares que es Palermo y hizo pie en Recoleta, se alejó del look londinense/neoyorkino que tienen tantos lugares apostando a una mirada más nacional y autóctona para darle valor a todo lo que tiene ofrecer el país. Presidente es un lugar donde se potencia la argentinidad, desde el estilo hasta los preparados, un lugar donde quiere transmitir lo que es Argentina hacia el mundo

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El ambiente de todo el bar más que un equipo de es familia, se logra ver una energía positiva, una felicidad de todos trabajando con pasión en algo que les gusta. Aquí se ve la mano de un líder más que de un jefe que logra aunar los esfuerzos Se ha logrado esa conjunción de espíritu que todo el que entra al lugar se siente con la necesidad de volver. Un lugar para sentarse en la barra y dejarse sorprender por la magia de Seba Garcia.

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Por Daniel Díaz Canel