El 27 de junio se celebra el Día Mundial. Una buena oportunidad para aprender más sobre su papel en la salud y sobre la manera de cuidarla.
Asesoramiento: Stefania Savoia, Licenciada en Nutrición (MN 10670) miembro del Departamento de Nutrición de New Garden -principal cadena de tiendas de alimentos naturales de Argentina-.
Cada vez más se escucha hablar sobre este término, pero… ¿Qué es la microbiota? Si analizamos la etimología de la palabra podemos dividirla en dos: micro, se refiere a pequeño y Biota a organismo vivo. Por eso definimos a la Microbiota como un conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, levaduras, virus, entre otros) que viven en nuestro cuerpo cumpliendo funciones específicas que son claves para el mantenimiento de nuestra salud.
“La Microbiota nos define más que el propio ADN, es como una huella digital, no existen dos iguales y a su vez se va modificando constantemente. Muchas veces se la nombra como microbiota intestinal -ya que el 90% de la misma se aloja en el colon- pero no es su único hábitat: se puede detectar en los ojos, boca, árbol respiratorio, órganos genitales, piel e incluso en las glándulas mamarias”, explica Stefania Savoia, Licenciada en Nutrición (MN 10670) miembro del Departamento de Nutrición de New Garden -principal cadena de tiendas de alimentos naturales de Argentina-.
Antiguamente se la llamaba Flora intestinal, ya que se creía que estos microorganismos, de los que no se sabía mucho, pertenecían al reino vegetal, por eso se usaba el término “flora” que hace referencia a las plantas. Con el tiempo se descubrió que el origen era microbiano por lo que se la rebautizó como Microbiota.
Fuente de beneficios
Las principales funciones de la Microbiota son:
- Reforzar el sistema inmunológico: tiene un efecto antiinflamatorio y actúa como un
escudo protector a nivel intestinal impidiendo que ingresen sustancias que no son beneficiosas para nuestra salud (microbios, toxinas, etcétera).
- Generar energía: que nos ayuda a estar más vitales y activos.
- Facilitar la digestión y absorción de nutrientes: cómo así también estimular la producción de ciertas vitaminas como la K y las del complejo B.
- Facilitar la absorción de hierro y calcio-
- Prevenir enfermedades: En la actualidad se está estudiando la relación entre la microbiota, el intestino y el cerebro y su papel en la depresión o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Probióticos y prebióticos
Los probióticos son microorganismos vivos administrados en formato de suplementos destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” alojadas en nuestro organismo.
- Probióticos: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a los probióticos como
microorganismos vivos que, de ser administrados en cantidades suficientes, tienen efectos beneficiosos para la salud comprobados científicamente.
“Es importante saber que estos alimentos deben cumplir tres pautas: 1) debe estar aclarado en el etiquetado a qué cepa o familia pertenece; 2) el probiótico debe estar vivo al momento de ser consumido y 3) debe contar con un estudio científico que respalde su efecto benéfico. De no contar con dichas condiciones se lo considera un suplemento bacteriano y no un probiótico”, explica la Lic. Savoia.
- Prebióticos: son fibras digeribles presentes en nuestra alimentación que son utilizadas
por los microorganismos de nuestro intestino para mantener íntegra y fuerte la barrera intestinal. Los podemos encontrar en cereales integrales, semillas, alimentos que tengan inulina (por ejemplo la remolacha), frutas y verduras (principalmente las de hojas verdes, cebolla y ajo).
- Alimentos fermentados. Algunos ejemplos de éstos pueden ser: Kefir, kombucha,
kimchi, chucrut, algunos quesos y yogures (animales o vegetales), rejuvelac,
vinagre de manzana (que no esté pasteurizado).
- Simbióticos. Son productos o alimentos que resultan de la combinación entre
probióticos y prebióticos. El objetivo de esta asociación es poder beneficiarse de las propiedades de ambos productos.
Factores negativos
¿Por qué puede alterarse negativamente la microbiota?
- Alimentación pobre en fibra y rica en grasas y azúcares
- Falta de actividad física
- Exceso de antibióticos o medicamentos
- Elevado consumo de alcohol y tabaco
- Estrés, ansiedad o mal descanso
Mantener nuestra microbiota equilibrada no sólo nos hará sentir con más energía y vitalidad (tanto física como mental) sino que nos permitirá ganar en términos de salud ya que le dará al sistema inmune más herramientas para prevenir enfermedades.
Más información: newgarden.com.ar
FB: @NewGarden.arg