Café Martínez dio un paso hacia la excelencia en su oferta de cafés de origen al incorporar el café guatemalteco, una variedad que, en cada sorbo, invita a descubrir el espíritu y el sabor vibrante de Guatemala. En una ceremonia que fusionó tradición y modernidad, Iván Espinoza, embajador guatemalteco en la Argentina, habló con orgullo sobre esta alianza. “Es una gran ventana de oportunidades para que Guatemala pueda dar a conocer la gran calidad de su café”, expresó, a la vez que destacó que, a pesar de ser un país pequeño, se distingue por su alta calidad en producción cafetera, una calidad que ahora se abre paso en Argentina gracias a la red de Café Martínez.
La presentación coincidiò con la vibrante final del 5° Campeonato Internacional de Baristas, una plataforma donde los mejores exponentes de la especialidad se congregan para demostrar el arte de preparar café. La presencia de Edvin González, experto en calidad de café de la Asociación Nacional del Café de Guatemala (ANACAFÉ), subrayó el valor de esta nueva conexión. El joven al comenzar, explicó la labor de ANACAFÉ en la promoción y estandarización de la caficultura guatemalteca, recordando cómo la organización asesora a más de 125.000 familias productoras, ofreciendo apoyo técnico y una red de promoción internacional. “Nuestra labor es lograr que los caficultores estén asociados para recibir beneficios, entre ellos, el impulso a nivel global”, explicó con evidente pasión.
La llegada de la variedad de Huehuetenango es particularmente relevante en este contexto. González describe esta región como una joya singular de Guatemala. No es una zona volcánica como las otras siete regiones cafetaleras del país, pero su particularidad radica en sus suelos antiguos y ricos en minerales. “Huehuetenango fue una de las primeras regiones en Centroamérica que surgió sobre el nivel del mar. Eso la convierte en un terreno muy fértil y cargado de minerales que se reflejan en la calidad de su café”, compartió el experto.
El perfil de taza del café de Huehuetenango tiene, según detallò, una complejidad única. “Lo describimos como ‘avinagrado’, con una dulzura característica y una acidez frutal que se siente como morder una fruta fresca”, dijo. Este equilibrio entre dulzura y acidez lo hace inconfundible, una razón por la cual ganó premios en competencias internacionales, posicionando a esta región como un símbolo de la calidad guatemalteca. Para el joven, cada grano de Huehuetenango es un embajador del país, una representación de la riqueza cultural y natural de Guatemala que ahora atraviesa fronteras.
La estrategia de regionalización cafetera en Guatemala, pionera en su tiempo, fue fundamental para distinguir y proteger las características únicas de cada zona productora. “Fueron las características volcánicas y geográficas las que impulsaron esta diferenciación”, explica, al resaltar la combinación de altitud, clima y suelo. Esta segmentación no solo garantiza la autenticidad del producto, sino que también aporta valor añadido en un mercado internacional cada vez más exigente.
El lanzamiento en Café Martínez no solo es un hito comercial, sino una invitación a un recorrido sensorial por el alma cafetera de Guatemala. Cada taza, desde ahora, representa un fragmento de su geografía, su historia y su tradición.