Cada primer viernes de mayo, se celebra esta destacada variedad de uva, originaria de Francia y una de las más cultivadas en el mundo para la producción de vino blanco. En la última década, el Sauvignon Blanc argentino ha ganado popularidad, consolidándose en el mercado internacional, ampliándose su consumo y compitiendo con cepas más reconocidas.
A nivel global, la preferencia por vinos más ligeros, refrescantes y aromáticos ha ganado terreno, especialmente entre la juventud. En este contexto, el Sauvignon Blanc emerge como una elección destacada, gracias a su perfil suave y ácido, acompañado de un distintivo aroma a hierbas y una riqueza de matices frutales, lo que lo distingue claramente de otras variedades blancas. Además, nuestros suelos le aportan un valor agregado.
Esta uva suele cosecharse en zonas frías, pero en los años más recientes, algunas bodegas de nuestro país comenzaron a destacar por su elección de plantar en zonas más altas, donde las condiciones climáticas y del suelo pueden variar significativamente, lo que resulta en vinos con una amplia gama de perfiles de sabor.
Escorihuela Gascón, es una de las bodegas que cultivan esta cepa en Valle de Uco, Mendoza, una de las regiones en auge para la elaboración de vinos Sauvignon Blanc. Con 140 años de trayectoria y una marcada identidad entre la innovación y la tradición, Escorihuela, explora en la elaboración de esta variedad bajo su etiqueta “Pequeñas Producciones”. Sobre la última cosecha de este vino, Matías Ciciani, enólogo principal del equipo de la bodega, destaca: “Las precipitaciones se concentraron nuevamente en el mes de febrero, con una precipitación anual menor al valor histórico. Esto llevo, en términos de calidad y sanidad, a tener una cosecha excepcional, con varietales blancos que se caracterizaron por su frescura, por sus aromas frutales de lima y mandarina y por su adecuado balance de azúcar y acidez”.
Otro de sus vinos elaborado con esta cepa, es el Escorihuela Gascón Sauvignon Blanc. Plantado en otras de las zonas con amplitud térmica, la que, según el enólogo, permite que adopte un aroma intenso y profundo donde se aprecian las notas cítricas del pomelo y la lima junto a tonos de hierba fresca y frutos tropicales como ananá y maracuyá: ”Para nuestra línea Escorihuela Gascón seleccionamos las parcelas que darán vida con sus frutos a cada uno de nuestros varietales. Esta tradición se lleva a cabo desde la fundación de la bodega en 1884. Hace 140 años buscamos la tipicidad y expresión aromática propia de nuestros terroirs para otorgarle una personalidad única a cada uno de nuestros vinos.”
Para mayor información sobre las líneas de vinos Escorihuela Gascón visite escorihuelagascon.com.ar
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