Los carnívoros de fiesta en la edición “Mujeres Asadoras” del Banquete Nerca

El 7 de septiembre de 2016 fue la fecha elegida para que los amantes de la carne disfrutáramos este banquete que se celebra en la ciudad desde 2015. Claudio Weissfeld, Ariel Duer y Cecilia Boullosa son las voces del podcast Nerca creado; ¨con el fin de reivindicar y celebrar la cultura carnívora y difundir, con un enfoque moderno y creativo, las últimas tendencias, novedades y debates relacionados con la producción, la cocina y el consumo de carne.¨ Y una de las formas de cumplir estos objetivos es a través de los Banquetes Nerca.

La cuarta edición tuvo un costo de AR$600.00 p/p y una vez adquiridas las entradas recibías la locación exacta del evento, Pulpería Quilapán en San Telmo. La Pulpería  tuvo muchas encarnaciones a lo largo de la historia como un conventillo o una tintorería, sus ladrillos más viejos datan de 1750 y una reconstrucción tras otra ha hecho que se mantenga a lo largo de los años. Grégoire y Tatiana decidieron darle su actual formato, el de una pulpería, que mezcla almacén, restaurant, museo de piezas históricas y maravilla arquitectónica bajo sus techos. El lugar fue una elección ideal para el banquete por su ambientación y multiplicidad de recovecos que amenizan un montón cualquier velada.

Las ¨Mujeres Asadoras¨ a cago del banquete fueron  Patricia CourtoisLuisa Gonzalez de Urquiza, Mariana Pagés Palenque y Maju Bacigalupo, y el postre a cargo de Ximena Sáenz. A las 20:00hs puntual inició la entrada y pasamos a una de las terrazas del local. Junto con la verificación de la lista te indicaban el sector y mesa asignado, entre ellos ¨Tripa Gorda¨ ¨Osobuco¨ y demás nombres alusivos obviamente a cortes de carne. Para iniciar la noche degustamos cócteles preparados por Matías Bernaola y creados por Fede Cuco: ¨Collins¨, ¨Palermo¨ y ¨Amor Amargo¨. Para acompañar pasaron bandejas con pulpetas con chutney de tomates, sabores bien balanceados y con el contraste dulce/salado, la noche desde ya pintaba bien. Obviamente en un evento de tantos detalles había que cuidar la música y ese fue trabajo realizado por el DJ 3J.

Pasamos entonces al sector ¨Tripa Gorda¨ donde una de las tantas mesas bien puestas nos aguardaba con los aceites de oliva extra virgen saborizados de La Toscana, el de ají picante éxito total; y las copas de Bodegas Norton listas para servir el rey de la noche, King Malbec. Como buena mesa porteña el pan no podía faltar, y que mejor pan que de las manos de Germán Torres; pan de campo fresco, suave y perfecto. Se sirvieron primero unas empanadas de matambre y el paté rústico de carnes, las empanadas jugosas calientes y bien condimentadas; el paté muy correcto. Siguiendo con el menú pasamos a la croqueta de osobuco que fue simplemente perfecta; se sentía el sabor de la carne de manera sutil, crocante por fuera y cremosa por dentro. Luego hicieron su entrada los pinchos de lomo de cordero en salsa de sauco y de molleja con mostaza y miel, estos últimos fueron de los favoritos de la noche, incluso en la mesa alguno que otro comensal pidió repetir. La butifarra y puerros con crema de morrones asados fue particularmente el plato que menos disfrutamos; la crema de morrones estaba muy rica, pero la butifarra vino fría y eso bajó bastante puntos a este plato.

Para finalizar el principal de la noche Guatia Andina, un tierno corte de carne vacuna sobre puré de zapallo, con perejil, cebollas y pimientos. El cuchillo era totalmente innecesario aquí, la carne se deshacía al toque del tenedor. Al probar sola la carne estaba un toque baja de sal, pero en conjunto y con la dulzura del zapallo, el sabor del perejil, la cebolla, los pimientos y un rico pesto; funcionaba muy bien. En este punto del banquete ya costaba un poco respirar, pero faltaba el postre y había que sí o sí hacerle espacio: Crème fraîche, shortbread, frutillas frescas y dulce de leche. Después de sabores tan intensos como el cordero, el osobuco y la guatia andina; el postre fresco y bien balanceado entre dulce y ácido fue perfecto para cerrar la noche.

El Banquete Nerca logró su cometido; los carnivoros lo vivimos felices y la experiencia general fue muy buena. Se nota que hay organización detrás del evento y que se cuidaron los detalles, las mantas en las sillas fueron un detallaso. Siempre celebramos eventos como este que fomentan lo tradicional con un giro moderno; que nunca muera la parrilla, el asado, el caldero gigante para un buen guiso y especialmente el amor por la NERCA.

por Mariel Nuñez e Iván Migdalek