Los secretos para crear el whisky más preciado del mundo

Los single malt son tradicionalmente motivo de orgullo para el pueblo escocés, ya que su complejidad en su elaboración artesanal alcanza un grado mágico, no por nada dentro de sus fronteras se le conoce a esta bebida como espirituoso. En cada gota de este whisky, su riqueza cultural se ven reflejadas en un color, aroma y sabor únicos, los cuales provienen de seis regiones de Escocia; Highland, Island, Islay, Lowland, Campbeltown y especialmente Speyside.

Pero, ¿qué hace tan especiales a los single malt? En un inicio, la complejidad en su elaboración, sofisticación, elegancia y exclusividad, además de la combinación magistral de arte y ciencia en su destilación y añejamiento, lo que convierte cada sorbo en una experiencia única al momento de beber whisky.

A diferencia de otros whiskies que se logran al destilar malta fermentada de cereales, cebada y maíz, los single malt solo utilizan cebada malteada; además, son elaborados en una sola destilería, no se combinan, ni mezclan con otros whiskies de otras destilerías y son destilados mínimo dos veces al año en alambiques de cobre y añejados exclusivamente, para ser envejecidos en barricas de roble. Es un whisky mucho más artesanal, que se produce en lotes más pequeños. Estos atributos definen a los single malt, que a lo largo de su vida se ha convertido en una de las bebidas más especiales en el universo de los destilados.

La destilería Speyside, inaugurada en 2018

La destilería Speyside, inaugurada en 2018

Rigor, exigencia y calidad atemporal

The Macallan produce los whiskies single malt más asociados hoy en día con el lujo, la calidad y la exclusividad, hasta el punto de que algunas de sus botellas han superado el millón de dólares en subastas. The Macallan se convirtió en la referencia de los whiskies de malta, debido a una filosofía basada en criterios de calidad muy exigentes, por lo que se ha posicionado como el whisky más prestigioso del planeta.

La reputación de The Macallan se basa en cimientos fuertes, lo que da como resultado un producto de excelente calidad y carácter distintivo, basado en un conjunto de principios rectores. Comenzando por la pasión de cada persona que labora en la destilería y su filosofía de producción, ésta se asienta en una serie de pilares insobornables que son el telón de fondo del espíritu único de este single malthogar espiritual, alambiques inusualmente pequeñosel corte más precisobarricas de roble excepcionalescolor natural y espirituoso incomparable, los cuales comprenden el fuerte sentido de pertenencia presente en el corazón de la destilería Speyside y en su finca, así como en la amplia experiencia destilando y madurando whisky.

Los 24 alambiques con una capacidad inicial de 3,900 litros se encuentran entre los más pequeños de Speyside. Su tamaño y forma únicos proporcionan al licor el máximo contacto con el cobre, lo que ayuda a concentrar el espíritu de “nueva creación” y aporta los sabores intensos, afrutados y con tanto cuerpo que caracterizan a este single malt.

 

Se selecciona cuidadosamente el espirituoso de mayor calidad de estos alambiques para asegurar la producción del mejor whisky single maltEl corte más preciso garantiza que se elabore un licor que cuente con características propias como la viscosidad al tacto en la boca y aromas y sabores afrutados. Esta pequeña porción o “corte”, es increíblemente selecta y una de las más precisas del sector. Es la principal responsable de la riqueza y el gran cuerpo del espíritu de nueva creación de The Macallan. Este espirituoso transparente e incoloro se selecciona con un volumen de alcohol situado un poco por debajo del 70 %. Este espirituoso de “nueva creación” marcadamente robusto y repleto de carácter es el punto de partida de todos los Macallan.

The Macallan es la definición de carácter, el dominio de la madera y un espirituoso único. Su prestigio de lo extraordinario se caracteriza por las excepcionales barricas de roble por las que The Macallan es famoso. Obtenidas, elaboradas, tostadas y sazonadas con jerez bajo la atenta mirada de The Macallan Master of Wood, las barricas seleccionadas a mano se entregan según las exigentes especificaciones del The Macallan Whisky Mastery Team.

Para cada expresión de The Macallan, la calidad del whisky depende en gran medida de la calidad de las barricas de roble en las que se madura, así como de la calidad del licor de ‘nueva elaboración’ destilado a partir de agua, levadura y cebada. Con hasta un 80% del carácter y el sabor finales de The Macallan determinados por la calidad de la barrica, ésta barrica de roble es el factor más importante para garantizar y brindar la calidad y el estilo de este single malt.

Los whiskies de esta destilería toman el 100% de su color de la madera en la que se maduran. A diferencia de otras, que utilizan colorante de caramelo para darle una tonalidad pareja al whisky, lo usan cuando logran a través del proceso de maduración el sabor y el aroma que quieren, pero no la tonalidad. Algo que suele suceder cuando se utilizan barricas que ya han tenido muchos usos. En el caso de The Macallan, esto no pasa, porque sus barricas, la mayoría de ellas curadas con jerez en Andalucía, se utilizan únicamente dos veces. Por eso siempre conserva ese color natural.

Como la madera es un producto natural, cada árbol es diferente, que a su vez imparte diferentes sabores y colores al whisky durante la maduración. La habilidad de los fabricantes de whisky garantiza que el color sea lo más consistente posible de un embotellado a otro, a través de la gestión y selección de las barricas que proporcionan el espectro de color natural esencial para este whisky de malta tan especial.

The Macallan trabaja desde hace décadas en estrecha colaboración con empresas españolas totalmente integradas desde el árbol hasta la barrica sazonada; para identificar los robles en los bosques del norte de España, talar los árboles de bosques sostenibles, aserrar y secar al aire las duelas de roble antes de enviarlas al sur para que se sequen al aire y reducir aún más la humedad. A continuación, las barricas se curan con jerez durante 18 meses antes de emprender el viaje a Escocia, donde se llenan con el aguardiente de nueva creación de The Macallan, todo esto en busca de una calidad superior.

 

Beber un single malt es un estilo de vida. Las personas ya no dicen: “yo tomo whisky”, dicen “tomo Macallan, el whisky más preciado del mundo”.