Dos de los sellos distintivos de la comida de La India son el uso marcado de las especias y la ausencia de carne de res, ya que las vacas son consideradas sagradas en esta cultura. Siendo la comida en Buenos Aires muy poco condimentada, el norte es otra historia, y la carne que más se consume la de vaca; podría quizás explicarnos por qué recién en 1997 aparece el primer restaurant de comida india en la ciudad (debe ser muy difícil ser indio o hindú en Argentina). Actualmente la propuesta asciende a alrededor de unos 15 locales, y Tandoor se encuentra en el top 5 de la mayoría de las listas disponibles en la web.

Vale aclarar algunos términos que particularmente me confunden: el gentilicio de la Inda es indio, hindú hace referencia a las personas que practican el hinduismo. Como la mayoría de indios son hindúes, y en un punto para diferenciarlos de los nativos latinoamericanos, se han llegado a usar indistintamente. Aclarado esto, les cuento que Tandoor se impone en una hermosa esquina de Recoleta, en un espacio no tan grande; pero muy bien ambientado, íntimo y poco ruidoso. Visitamos un viernes a las 21:30hs y tuvimos la suerte de encontrar una mesa libre y, especialmente, una excelente atención.

Al recibir la carta lo primero que encontramos fue la definición del nombre, que a la vez es uno de los atractivos del lugar. Tandoor: un horno de arcilla que funciona a base de carbón. Este tradicional horno, al alcanzar altas temperaturas (hasta 480°), permite la cocción rápida de la carne; evitando así la pérdida de sus jugos y otorgando un particular sabor ahumado. Seguido se encuentran los nombres de los Chefs, que hacen magia en la cocina (a esto le tuve que sacar foto): Kumar Renganathan y Rangaswamy Kurihundi.

Como cortesía de la casa sirven naan, un pan plano hecho a base de harina de trigo y yogur, acompañado de tres salsas: Una de consistencia pastosa a base de maní con jengibre y toque picante; otras dos más ligeras, la primera a base yogur y cuatro vegetales; y finalmente, una de yogur con menta y cilantro. Pasamos directo a los platos fuertes, pero vale la pena destacar la gran variedad y lo apetitoso de las entradas, dan ganas de volver y hacer un tapeo con alguna botella de un buen syrah (según recomiendan de los expertos).

Para los principales se puede elegir entre opciones vegetarianas, langostinos, pollo o cordero; y para acompañar arroz basmati especiado o blanco y variedades de pan (naan clásico, saborizado o paratha). En nuestra visita pedimos un imperdible y, según nos contaron, uno de los más populares del lugar; Pollo Tikka Masala: ¨El plato clásico del tandoor en una salsa de tomate, cebolla y especias¨. Debo decir que este fue mi favorito; el sabor ahumado característico del tandoor y la salsa sobre el arroz basmati especiado era increíblemente bueno. El segundo plato fue a base de cordero, Aatu Kari kalambu de Ooty: este plato proveniente del sur la India, específicamente de la provincia Tamil Nadu; lean atentamente este número que no es un error, contiene 19 (diecinueve) especias e ingredientes. Lo único malo de la noche fue que el arroz basmati tenía los clavos de olor y astillitas de canela, morder un clavo de olor de esos es muy desagradable al paladar.

Para finalizar compartimos una degustación de postres, muy recomendable hacer esto porque solo nos faltó un postre por probar. En orden de preferencia Badam-Pista Kulfi, un helado clásico de la india muy refrescante y con sabores muy delicados con almendras y pistachos. Kheer es un postre hecho a base de arroz basmati y leche condensada con azafrán y frutos secos, estuvo delicioso. Gajar ka Hawa, con un color muy llamativo, este postre húmedo a base zanahoria, mawa y con frutos secos tiene sabores menos complejos que los anteriores, pero igualmente rico. Finalmente el Ras Malai: ¨Bolitas aplanadas de queso casero remojadas en una reducción de leche dulce, y saborizadas con cardamomo, pistachos y almendras trituradas¨, la consistencia era rara y los sabores muy particulares, muy interesantes las notas del cardamomo; pero no sé si lo repetiría.

Muy bien Tandoor, ojalá cada vez más personas se atrevan a probar cosas nuevas y a mantener la propuesta gastronómica variada en la ciudad. Los Chef hicieron un excelente trabajo adaptando los platos al gusto porteño, obviamente sin perder la esencia y la tradición de su comida, pero los sabores son un toque más sutiles que la comida india que he probado antes.

por Mariel Nuñez