Maridajes y recetas para explorar los secretos
de un queso con una personalidad única
Buenos Aires, octubre de 2023. El próximo lunes 9 de octubre, el mundo culinario celebra una fecha de gran relevancia para los amantes de los sabores auténticos: el Día Mundial del Queso Azul. En esta ocasión, Savencia Argentina, propietaria de las marcas Santa Rosa, Bavaria y Adler, rinde homenaje a uno de los quesos que despiertan pasiones en la gastronomía global.
Amado y odiado por igual el queso azul ofrece una experiencia de sabor sorprendente
A diferencia de lo que muchos pueden pensar, el queso azul es un producto notablemente versátil. En la vida cotidiana, se convierte en un ingrediente esencial en la preparación de tartas y en exquisitas combinaciones que incluyen ensaladas, empanadas y pizzas. Además, destaca en las tablas de quesos y fiambres, y aporta un sabor excepcional a salsas, carnes y pastas.
La historia del queso azul se remonta al siglo VIII en Francia, cuando un pastor olvidó un pan de centeno junto a un queso fresco en una cueva. A su regreso, notó un color verdoso en la masa del queso, resultado de los hongos transferidos por el pan de centeno enmohecido. Así nació el Roquefort, una leyenda culinaria.
Los quesos azules se elaboran internacionalmente y, en cada país, adquieren identidad y características propias. Estas diferencias provienen de la leche utilizada, la región de producción, el tipo de hongo y el proceso de maduración. Todos ellos poseen una textura cremosa y un sabor ligeramente picante que se intensifica con la maduración (mínimo de 45 días).
El queso azul producido por Savencia en Argentina se distingue por su técnica única de salado, que respeta la tradicional receta francesa. Esta técnica implica frotar el queso con sal seca a mano, lo que contribuye a desarrollar su característico sabor. A diferencia de la creencia popular, el hongo (Penicilium Roqueforti) se incorpora en la leche en lugar de ser inyectado. El veteado azul-verdoso característico se logra mediante el pinchado del queso, creando canales para que el hongo se desarrolle.
Salado a mano con sal seca, tradicional receta francesa
En los países europeos, los quesos azules se maduran en lugares con temperaturas controladas, como cavernas o cuevas. Una de las variedades más famosas es el Roquefort, con Denominación de Origen Protegida desde 1925. Es decir, solo existe un Roquefort y es el que se cura desde tiempos inmemoriales en las cuevas alrededor de la ciudad de Roquefort-sur-Soulzon, y es estrictamente elaborado con leche de oveja de la raza Lacaune. Otros quesos azules de renombre incluyen el Stilton inglés, el Cabrales español y el Gorgonzola italiano, todos protegidos por ley.
Los quesos azules tienen distinta maduración, lo cual les otorgará diferentes características sensoriales como texturas, sabores y aromas.
El Queso Azul Santa Rosa y el Bavaria Clásico, poseen ambos 45 días de maduración, mientras que el Bavaria Grand Blu, 75 días.
Para reconocer un buen queso azul, hay algunos tips para tener en cuenta que nos recomienda el Maestro Quesero Orlando Luciani:
- la apariencia, la cantidad y distribución de moho interno debe ser pareja en todo el queso;
- el olor u aroma, debe ser intenso: a moho o humedad;
- su sabor, debe ser de un salado medio, algo picante y persistente;
- y su textura (que va a variar dependiendo de la maduración, por ejemplo) debe ser quebradiza, blanda, cremosa y untuosa.
Para cortarlo, es recomendable hacerlo con una lira de corte, alambre o tanza. Esto permitirá realizar un corte limpio sin que se desgrane, evitando pérdidas.
En una degustación de quesos, es recomendable consumirlo al final, para que su sabor intenso y persistente no nos impida disfrutar las notas del resto.
Para su conservación, se recomienda guardarlo en heladera protegido por papel aluminio, material que permite cierto intercambio de oxígeno, favorable al hongo.
Maridajes con Queso Azul
¿Cuáles son las bebidas ideales para acompañar los quesos azules?
Existen armonizaciones o maridajes con una variedad de bebidas, como vinos, cervezas, whiskies y tés, entre otras, que pueden ser sinérgicas y potenciar tanto al queso como a la bebida cuando se combinan, ya que eso es precisamente lo que busca un maridaje perfecto. Por supuesto, es importante recordar que siempre se puede experimentar e innovar en términos de maridaje, permitiendo una exploración infinita de sabores y sensaciones.
Vinos + quesos azules
Comencemos por el principio: La elección tradicional para maridar con quesos azules suele recaer en vinos fortificados y de postre. En este sentido, es oportuno explorar el motivo detrás de esta elección.
Esta preferencia se basa en la aplicación de la teoría del “maridaje por contraste”, que busca crear una armonía al encontrar el equilibrio entre elementos opuestos, como la acidez con la untuosidad, lo dulce con lo salado, o lo cremoso con lo ligero. En este caso, la marcada salinidad del queso azul contrasta de manera efectiva con la dulzura de los vinos de postre, generando un contraste que resalta los matices de ambos.
Además, es importante destacar que estos quesos presentan una notable cremosidad, que a su vez se equilibra con la alta acidez de los vinos de postre. En consecuencia, se abren posibilidades interesantes para el maridaje, abarcando una amplia gama de vinos dentro del espectro licoroso, que incluye vinos dulces naturales y oportos, así como vinos blancos como el Chardonnay o el Semillón con paso por barrica. Estas elecciones ofrecen experiencias de maridaje excepcionales que realzan los sabores y texturas de los quesos azules.
Whisky + quesos: un nuevo clásico
Los whiskies son compañeros inseparables de los quesos, se consumen juntos desde siempre, aunque curiosamente no suelen incluirse entre los maridajes clásicos. Distintos estilos de quesos van bien con estos destilados añejos.
El alto alcohol del whisky, sus notas a partir del añejamiento en madera y su particular sabor, probablemente sean la respuesta. De todas formas, se pueden encontrar muchas combinaciones posibles, analizando los distintos estilos de whisky.
El queso Azul Santa Rosa podría ir con un Single Malt con notas ahumadas, por ejemplo, de las Islas. Estos whiskies intensos resaltarán el carácter intenso del queso.
Maridajes de quesos con bebidas menos convencionales
Hay combinaciones locales, como la sidra y el camembert, y otras históricas, como la que encontraron los ingleses en el Stilton (queso Azul) con el porto y el jerez.
El whisky es un clásico pero otros destilados con añejamiento, como el ron y el coñac, pueden seguir los mismos patrones.
Para un queso Azul Santa Rosa va muy bien un porto tinto, ya que el dulzor y la carga tánica del vino serán justos para este estilo de queso.
Cerveza + queso
Una combinación infalible. En general se acompañan bien, pero hay muchos quesos y estilos de cerveza como para afinar los maridajes. Hay cervezas ligeras o de cuerpo medio, como las weissbier; más frutadas, como las red ale, las trapenses y otras más intensas, como las porters o las stouts. La graduación alcohólica es otro punto importante, hay cervezas con alcohol de 8 9 grados que van muy bien con quesos duros e intensos. Las cervezas ligeras y livianas, en general lagers, no taparán los delicados sabores de los quesos suaves. Una weissbier quedará muy bien con un rango amplio de quesos, desde más suaves a más intensos, con el riesgo de que un queso muy intenso opaque los agradables sabores de este estilo. Otra posibilidad es buscar la combinación a partir de sabores complementarios, por ejemplo, una cerveza intensa, densa, tostada y con cuerpo como una stout con un queso Azul cremoso e intenso como el Santa Rosa consagrará un gran maridaje.
Para los amantes del amargo, una IPA (indian pale ale) con queso Azul será una combinación ideal. Si se busca suavizar el queso, mejor la cremosidad de una porter o una stout, como se planteó anteriormente.
Siempre hay tiempo para un té
No se suele relacionar queso con té y, sin embargo, es una combinación que ya está instalada entre la gente. Si se piensa en los clásicos sándwiches de jamón y queso de media tarde, pan negro o pan blanco, un té Darjeeling de la India irá bien seguro por ser elegante, y no muy tánico. Los quesos azules encontrarán un compañero interesante en tés intensos como el puerh o ahumados como el lapsang souchong. Este último resaltará la intensidad de sabor del queso Azul por sus notas ahumadas. Un blend dulce (milky oolong, blend de té verde o negro con frutas blancas, miel, entre otros), en cambio, la suavizará.
En definitiva, de mañana, mediodía, tardecita, noche; en una casa, en un restaurante o en un picnic en el parque; con vino, sidra, cerveza, té, mate, agua o solo, el queso acompaña desde siempre. Seguramente, cada uno irá encontrando nuevos y buenos acuerdos.
Sobre Bavaria, el primer queso azul argentino:
En 1933, Francisco Huber, inmigrante de origen alemán establecido en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, creó Bavaria, el primer queso azul argentino. Hoy, tras casi 90 años de historia, Bavaria es la marca líder en el mercado de queso azul y la única compañía especialista, exclusivamente, en esa variedad de queso.
Bavaria tiene como misión invitarte a descubrir un nuevo mundo de sabores y texturas a través de sus quesos, para que conviertas lo simple en extraordinario.
Sobre el Queso Azul Santa Rosa y La “Tormenta de Sabor”
Con 45 días de maduración el queso azul Santa Rosa es uno de los quesos con mayor personalidad del mercado. Esta variedad formó parte de la campaña de comunicación 360º “Tormenta de Sabor”, realizada durante el mes de agosto de este año. En esa oportunidad la marca se unió al fenómeno popular de la Tormenta de Santa Rosa, que anuncia la llegada de la primavera.
“Elegimos esta popular fecha para invitar a nuestros consumidores a experimentar en sus casas con los sabores más audaces de nuestros quesos. Así esta campaña Tormenta de Sabor promovió el consumo de Provolone, Provoleta, Azul y el nuevo Queso con Pimienta Negra a través de distintos spots televisivos”- explica Ailén Baquerín Brand Manager de Quesos de Savencia Fromage & Dairy Argentina y agrega: “Nuestra intención es desterrar el sabor plano y monótono del queso utilizado en las comidas diarias para llenarlo de texturas y sabores al tiempo que desafiamos a nuestros consumidores a que pongan en juego su creatividad”.
Sobre Adler, un triangulito de sabor
El clásico quesito Adler está hecho con ingredientes de primera calidad que le dan un sabor excepcional, y lo convierten en una opción rica y nutritiva para comer donde y cuando quieras. Es ideal para untar el pan de un sándwich con hojas verdes y pavita, o sumar a la ensalada de rúcula y tomates.
Sepa más en:
IG:@quesossantarosa_arg
IG:bavariaquesos
IG:quesitosadler
Sobre Savencia Argentina
En cada uno de los países donde Savencia Fromage & Dairy se instala, desarrolla y ofrece a los consumidores productos diseñados a su paladar, respaldados por marcas con amplia trayectoria en sus categorías que, en su mayoría, pertenecen al patrimonio local. Bajo esta filosofía, en 1990 Savencia Fromage & Dairy desembarca en Argentina con la adquisición de las marcas Santa Rosa, Adler y Bavaria. Unos años más tarde, en 2011, suma Milkaut a su porfolio con el fin de asentarse localmente y terminar de establecerse como especialista de quesos y lácteos en el país. Entre todos los valores que comparten las marcas con Savencia Fromage & Dairy, se destacan el respeto por la tradición y la búsqueda constante del cuidado de la calidad del producto. Toda esa expertise y “savoir faire”, forman parte de los puntos que fueron decisivos para el desembarco de Savencia Fromage & Dairy en Argentina, una empresa que sin duda es sinónimo de tradición y calidad alrededor del mundo.