En Palermo, una pareja proveniente de Rusia germina un restaurante con un concepto nuevo que fusiona influencias asiáticas y escandinavas con productos patagónicos. La rica historia de los fundadores de Musgo se transmite en una carta que sorprende por su eclecticismo y su creatividad.
Preparando para abrir sus puertas el próximo mayo, Musgo se propone desembarcar en la gastronomía argentina con un nuevo concepto: Patagandi. Este nombre está inspirado en el Japandi, un estilo de diseño de moda que fusiona lo japonés con lo escandinavo. En este caso, el amalgama se da entre los productos patagónicos, los métodos de cocción y las salsas asiáticas y el minimalismo escandinavo. Un concepto que no sólo atravesará su gastronomía sino también el estilo del local. Piedras, arbustos y otros elementos de la naturaleza forman parte de la decoración y se sintetizan en Musgo, el nombre elegido para el restaurante. El espacio, de 200 m², tiene capacidad para 58 cubiertos entre el salón y el patio.
La cocina de Musgo también tendrá algunos guiños y notas rusas tanto en los platos como en el servicio. Así, por ejemplo, estarán muy presentes las raíces, un ingrediente típico de la gastronomía de países con climas fríos. También se usarán métodos de cocción tradicionales como el ahumado con astillas. Entre los platos del primer menú se encuentran el ojo de bife con golden curry y coliflor; el cordero con papas patagónicas; el roast beef en tempura con menta japonesa y ponzu; y la trucha ahumada con salsa de piel de papas y sal negra patagónica, entre otros principales y entradas.
Abiertos por la noche de miércoles a lunes, el restaurante propone dos turnos: uno a las 20:00 y otro a las 22:00, basándose en una esencia la búsqueda en cada plato de sabor, originalidad, sensaciones nuevas y también la fusión de tres estilos culinarios.
A pesar de que no siempre es fácil conseguir en Buenos Aires productos como la merluza negra, los langostinos patagónicos y el cordero, esenciales en la carta del restaurant, desde Musgo apuestan a acercar los sabores del sur a Buenos Aires, valiéndose del asesoramiento de su sous chef, Luciano Campos, ex Alo’s y Bufano, y Sorrel Moseley-Williams como sommelier.
La gesta de Musgo proviene de la amplia experiencia de la pareja que lo concibió. Konstantin Voronin y Ksenia Romantsova, radicados en Argentina hace más de un año y medio, descubrieron que “acá a la gente le gusta salir, comer afuera; es toda una cultura que aflora en este país. Y también vienen muchos turistas, además de que el mercado local todavía está creciendo.”
Konstantin Voronin, chef, comenzó a trabajar en gastronomía a los 14 años en Rostov del Don, una ciudad del sur de su Rusia natal. Estudió en el colegio Ruso de Arte Culinario, para luego formarse en manejo de gastronomía en la universidad de Rostov del Don. Su trabajo lo llevó a Italia, España, Francia y otros países donde refinó su experiencia, especialmente como chef de grandes yates de lujo en el Mediterráneo.
Tras 20 años de experiencia, Konstantin apuesta a aplicar en Musgo su filosofía de que los platos sean exquisitos en cada paso del proceso de cocción, por lo que la cocina será abierta e integrada a la experiencia del cliente. En cuanto a los vinos, la idea es que los clientes puedan acceder a muchos vinos por copa y que puedan incluso probar vinos antes de pedirlos.
A pocas semanas de la apertura, Konstantin y Ksenia sostienen: “Estamos muy felices con nuestra elección. Estamos enamorados de los argentinos; nunca imaginamos tanta hospitalidad y calidez en nuestra nueva casa”.
Musgo
Nicaragua 4758