Inspirado en los bistrós franceses, propone una cocina auténtica de Francia de la mano de los reconocidos chefs Jean-Baptiste Pilou y Valentina Avecilla
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La Fleur de sel se colecta en los salares marinos de las costas de Francia. Es la expresión más fina de la sal marina, que se forma en la superficie de los salares. Su grano es delicado, con un poco de humedad y un sabor incomparable. Requiere de un trabajo arduo y delicado, y se recoge en pequeñas cantidades, lo que le confiere su gran valor. Este mismo espíritu de excelencia es el que Fleur de Sel quiere transmitir en su restaurant, a través de la pasión por lo que hacen y el deseo de compartirlo con los huéspedes.
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Jean Baptise y Valentina Avecilla son los mentores de este proyecto, dos apasionados de la gastronomía que se conocieron en París trabajando nada menos que en el lujoso restaurante Guy Savoy de 3 estrellas Michellin. Allí Jean Baptise era el chef y Valentina la asistente de cocina. Deciden proyectar juntos su propio restaurant y en Argentina abren su espacio al que llamarían Fleur de sel, un lugar íntimo de 28 cubiertos, donde el foco se encuentra en brindar un servicio de excelencia que acompañe su propuesta gastronómica. Todos los productos que se ofrecen son realizados en el restaurante, el cual es el fruto de la pasión de ambos por la gastronomía.
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El menú de Fleur de Sel es el resultado de la experiencia de Jean-Baptiste en importantes y reconocidos restaurantes de Francia como el Restaurant Guy Savoy (3 estrellas Michelin), el Hotel Ritz, el Relais Lous XIII (2 estrellas Michellin) y La Bourgogne. La carta de postres fue elaborada por Valentina, con experiencia en el Guy Savoy, en el Hélène Darroze (2 estrellas Michellin) y en la reconocida patisserie El Pierre Hermé en París. Estas experiencias les permitieron explotar su creatividad para plasmarla en el menú de su propio restaurant.
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En un ambiente cálido, inspirado en los bistrós franceses donde el plato es el protagonista, Fleur de Sel propone una cocina que respeta profundamente el producto, base de un buen plato. Con una carta que cambia casi semanalmente, la propuesta tiene como fundamento la búsqueda de los mejores ingredientes de estación que ofrece el país, lo que permite transmitirle todo su sabor al comensal.
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Para comenzar el recorrido por los más exclusivos sabores de la comida mediterránea y francesa, el comensal es recibido con delicados panes como brioche, pan de pasas, pan integral y pan blanco y una carta de música acompañada con manteca de sal, manteca de trufas y aceite de oliva. Además cada cliente comienza la cena con un Amuse Bouche que cambia día a día.
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La carta es delicada y cuenta con deliciosas opciones con entradas como terrina de carne con chutney de manzana verde y mostaza al vino tino; o un fresco salmón gravelaax acompañado de papines andinos y salsa gribiche; los langostinos con verduras crocantes, caldo thai y faffir lime son imperdibles; También se puede elegir entre alcauciles a la barigoule con crocante de parmesano y reducción de balsámico; o una tibia tarta de hongos de pino con vinagreta trufada y brotes de rúcula.
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Entre platos principales se puede optar por un Magret de pato con peras confitadas en especias, miel de acacia y papa dauphine; un clásico Lomo de atún rojo con pimientos del piquillo, alcauciles y crema de aceitunas negras; para los que buscan sabores más exóticos, se encuentra el chartreuse de faisán, acompañado de tostada de menudos y puré trufado; la carta ofrece también chernia con verduras de estación, alioli y mejillones; o un vacío medialuna de novillo wagyu con zanahorias glaseadas, salsa bourguignonne y papas fritas.
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Para un dulce final la carta se divide en cuatro opciones sutiles y frescas: sablé breton con mousseline de vainilla y cítricos; fondant de chocolate con sopa de chocolate blanco y nuez pecan; el infaltable tatin de manzana con crema de canela y reducción de sidra; o peras pocheadas en vino tinto con streusel de canela y helado de cardamomo.
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Durante las temporadas de invierno, Fleur de sel ofrece también una carta exclusiva de trufas frescas argentinas, provenientes de Chillar, Provincia de Buenos Aires, con las cuales se realizan delicias como el Huevo Mollet con pettit ragout de champiñones y pan tostado; o un inigualable risotto de Topinambour y trufa con parmesano.
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El restaurant tiene la opción de elegir 2 menús degustación que varían constantemente: El menú découverte de 4 pasos, o el menú plaisir de 7 pasos. A su vez ofrece una variada carta de vinos con joyas como el Armagnac, y deliciosos aperitivos hechos en casa como el vino de pomelo rosado o vino de naranja, ideales para iniciar una noche perfecta.
FLEUR DE SEL
La Pampa 3040, Belgrano, Buenos Aires.
facebook.com/FleurdeSelRestaurant
