Osaka abre una nueva sucursal en el barrio de Colegiales

Osaka, el restaurante de sabores inéditos que fusiona la cocina y técnica japonesa y peruana, abre una nueva sucursal en el barrio de Colegiales. La propuesta llega para acercar a un nuevo público las bases de la cocina Nikkei y provocar una revolución en las costumbres y experiencias culinarias del país.

Inspirado en las aventuras que vivieron sus creadores en Asia, en busca de buenas y grandes ideas y experiencias, Osaka presenta una carta que se centra en el sushi con platos que combinan la comida y técnica japonesa con la creativa cocina peruana.

 

 

El restaurante ubicado en un entorno urbano en el barrio de Colegiales, se destaca por un diseño en materiales de madera y piedra, con el metal como protagonista. Para lograr este espacio se trabajó con distintos artistas especializados en distintos sectores del local. El salón principal tiene  unas lámparas nube posadas sobre unos tatamis (realizadas por el artista Bones Weisz)  para darles un concepto de escultura y lograr una morfología orgánica con la idea de descontracturar el concepto lineal del espacio. La pared de la barra de sushi emula el color del cobre oxidado bajo el agua y la pared del kero bar está inspirada en el concepto del kintsugi japonés, ambas realizadas por José Mustacciolo.

Los géneros textiles y las sogas que bordean el Kero Bar dan movimiento haciendo juego con luces, sombras y reflejos que crean un ambiente más natural y fresco, pensado en cada detalle.

 

 

Con un espacio de más de 510 m2 cubiertos que se desarrollan en una única planta de forma alargada, Osaka está diseñado para recibir a más de 150 comensales. A su estructura se suman 200 m2 bajo una pérgola en el exterior con una amplia y elegante terraza que facilita la increíble vista de la ciudad. Además, este nuevo espacio cuenta con una parrilla customizada con diferentes zonas para cocinar y fuego a 10 cm de los fierros. Cuenta con plancha lisa, hierro que genera que la grasa caiga sobre la brasa y permita un ahumado natural, y un espacio para asar brochettes .

La propuesta gastronómica está a cargo de los chefs Leandro Bouzada y Juan Matsuoka, quienes entienden al sushi no sólo como los clásicos makimonos, sino en su conjunto con usuzukuris, nigiris y sashimis. Además el Nikkei bar propone ceviches de raíces peruanas para acercar platos gourmet que invitan a disfrutar de estos sabores manteniendo su complejidad y estilo.

 

 

Con una constante innovación y fusión de sabores, su cocina rompe las tradicionales propuestas que ofrecen otros restaurantes y presenta platos en donde se conjugan distintas técnicas, texturas y temperaturas. Se destacan entre ellos  los Tiraditos Osk Style, el Hotate Truffle, elaborado con vieiras cortadas en abanico con una manteca de trufas, sopleteadas a fuego vivo más unas gotas de lima y sal marina de la Patagonia y el clásico Ebi Mentaiko: langostinos bañados en una salsa de ajíes peruanos quemados, miso y queso parmesano.

Su propuesta de tragos, creada por el reconocido bartender Nicolás Hernando, fue pensada para impulsar la experiencia Nikkei a nuevos escenarios. Con ingredientes cuyos sabores y aromas exóticos representan la coctelería peruana-japonesa, acercan combinaciones con bases de pisco mexicano, whisky japonés, tequila y gins infusionados en botánicos como té Sencha, Yuzu y pimienta Sansho, los cuales agregan calidad y estilo a su carta.  En la misma se destaca el Pisuko Iced Tea: un iced tea homenaje al pisco con Sake, cordial de miel y jazmín, manzana clarificada, con espuma de matcha que aporta una interesante diferencia de texturas. Seguido del Kintsugi Rock: con whisky single malt  y Campari, cocinados con café peruano e higos desecados, vermut y Punt E Mes. Y el clásico cocktail hecho a base de tequila, sesame shochu, shrub floral de toronjas, miel de caramelo y lima.

Osaka es el restaurante pionero de la cocina Nikkei que nació en el año 2002 en Lima, Perú, proponiendo una fusión de la cocina y técnica japonesa y peruana, con productos de ambas regiones. En Argentina desembarcó en el año 2005 en el barrio de Palermo y luego inauguró su segundo restaurante en Puerto Madero. Ya cuenta con grandes sucursales en Punta del Este, Lima, Miami, Santiago, Sao Paulo, Quito y Bogotá con las que se destaca y posiciona como una marca exitosa cuya propuesta gastronómica cruza grandes fronteras.