En el corazón de Palermo, sobre Thames, está Sál, un pequeño gran restó que combina lo mejor de la nueva cocina nórdica con un toque local y algo de inspiración asiática. El lugar, montado en una casona antigua, tiene toda la onda: paredes blancas, jazz suave, un ambiente relajado y esa vibra de burbuja que te saca del ruido de la ciudad.
Sál no es solo un nombre; en islandés significa “alma”, y eso es lo que intenta transmitir con cada plato. Su chef y dueño, Nicolás Díaz Martini, es el cerebro detrás de esta experiencia. Formado en el Gato Dumas y con un paso por Sucre bajo la dirección de Fernando Trocca, Nicolás tiene claro lo que quiere: respetar el producto y dejar que hable por sí solo. Después de abrir “El Almacén” en Córdoba y crear “Fuego” en Buenos Aires, Sál se convirtió en su proyecto más personal.
La cocina de Sál toma las bases nórdicas: ingredientes locales, sabores limpios y técnicas como el encurtido, la fermentación, el ahumado y la salazón. Pero no todo es 100% tradicional; Nicolás suma guiños de otras culturas que refrescan la propuesta. ¿Ejemplos? El 3×3 de Smørrebrød es una entrada que no podés saltear, e incluso viene acompañado con sus respectivos shots de vodka o Aquavit hechos en casa.
Entre los principales, el Magret de pato Mortensaften es una obra de arte: repollo ahumado, demiglace de hongos y manzana fermentada. ¿Otro hit? El lomo, que solo se sirve “bleu”, con puré trufado y frito, langostino, espuma de bearnesa y sal de charqui. Si el punto de cocción no es lo tuyo, la carta te lo avisa con un guiño: “Optá por otra alternativa”.
La barra también merece su momento. Además de los clásicos vodkas, el Aquavit de la casa es una joya, ideal para entrar en clima mientras te sumergís en una propuesta gastronómica diferente.
Sál no es solo comida; es una experiencia. Desde su ambientación minimalista hasta los detalles más cuidados, como los libros que decoran el salón y su joven equipo de servicio, todo se alinea para ofrecer una noche especial. Con la reciente incorporación de Elizabeth Jeremias como Directora de Hospitalidad, la cosa promete seguir creciendo.
Así que, si buscás un plan diferente, con sabores intensos y un toque de sofisticación relajada, Sál es el lugar. Porque, en definitiva, acá lo que importa es el alma: del producto, del plato y de la experiencia.
Martes a sábados de 20:00 a 23:30
https://salbuenosaires.com.ar/
https://www.instagram.com/salbuenosaires
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